Tuesday, December 29, 2009



El Emisario y la Contaminación
 
El Socialismo Marplatense, mediante un documento, señaló que el intendente Pulti dio un trato poco feliz a la problemática de la contaminación de las aguas en nuestra ciudad, ya que ante un estudio académico que corroboraba lo que todos los marplatenses sabemos, decidió tapar el sol con las manos. El Intendente podría haber aprovechado el mismo estudio para mostrar que justamente, como el mar está contaminado, es que se están encarando obras centrales como es el emisario submarino, que se orienta a mitigar el impacto de los efluentes cloacales en las playas de Mar del Plata. Si bien es cierto que la mencionada obra está financiada por el gobierno nacional, en la supervisión de las etapas de construcción, el municipio tiene una responsabilidad de ningún modo menor. En ese sentido, debemos recordar el fracaso de la pasada licitación durante la gestión de Aprile, que gracias a aceptar los cambios en el proyecto de ejecución de la obra, permitieron que la empresa concesionaria cobrara un tercio del total del proyecto (U$S 10 millones) cuando los trabajos hechos estaban en su etapa preliminar y en aquella oportunidad, lo pagamos los marplatenses.
Lo que preocupa es el marco en que se dio todo. Recordemos que el intendente eligió contestar un trabajo científico con una conferencia de prensa rodeado de empresarios, cámaras y sectores vinculados al turismo, como si ese cuadro fuese más potente que el discurso académico en nuestra ciudad. Si esto es sólo un error de apreciación a partir de la impunidad que puede sentir un gobernante cuando las críticas mediáticas están amañadas no es tan grave, porque el intendente lo puede corregir. Pero si el error se convierte en convicción, a partir de hacer una escucha selectiva de las voces de la ciudad, estamos en problemas.
¿Por qué decimos esto? Porque hay una serie de nuevos problemas que se van a generar a partir de que el emisario submarino esté construido y esto no se puede ignorar con políticas mediáticas si queremos mejorar la condición ambiental de la ciudad.


Primer problema: El emisario es una buena solución a la contaminación de las aguas, siempre que la calidad del efluente cloacal que reciba, tenga determinados parámetros de calidad en su composición, que hoy no cumple, porque no hay políticas de control de los vertidos que hacen las empresas de la ciudad en la red pública. Hace poco menos de un año propusimos en el extinto Consejo Municipal de Medio Ambiente, un sistema de auditorías para monitorear periódicamente los vertidos de las empresas, teniendo en cuenta que la provincia ha cedido al municipio su poder de policía en dos de las tres categorías industriales que debe controlar y que corresponden al 90 % de las empresas y comercios locales. El municipio no tomó la propuesta y tampoco busco otra solución. La cuestión es que por la alta cantidad de grasas que la industria y el comercio local están vertiendo a la red cloacas, una vez construido el emisario, tendrá problemas para su mantenimiento operativo en el corto plazo. La otra solución al problema es hacer una  planta  de pretratamiento, que  permita  llevar  el  efluente  a  parámetros  aceptables
 
antes de introducirlos en el emisario, pero esta es más cara, más complicada, más a largo plazo y menos equitativa, porque le vamos hacer pagar a todos los vecinos de Mar del Plata la mitigación de un daño ambiental que están haciendo los sectores más rentables de la ciudad, y que por otra parte están fuera de los parámetros legales de vertido.
Segundo Problema: Existe otra situación que quedará en evidencia cuando se haya construido el emisario submarino. Es que además del vertido cloacal oficial que se realiza en Camet y que es el destinatario de las obras mencionadas, existen a lo largo de la costa marplatense más de 20 pluviales que llevas conexiones cloacales clandestinas. Esto se suma a la contaminación de las calles que,  en  los  días de lluvia, se  evidencia en el mar. Hoy la falta del emisario submarino enmascara esta situación, pero lo cierto es que cuando esté construido, no se va a lograr eliminar completamente la contaminación costera, por lo que habrá que afrontar nuevas obras para esos vertidos clandestinos.
Tercer Problema: Gran parte de la contaminación de las playas en la época estival, se debe a la gran masa de gente que se baña en nuestras costas y deja sus residuos sin ningún tipo de control por parte del municipio, ni de los concesionarios de los balnearios. Esto va a continuar más allá de las obras que se hagan, y sólo se puede revertir con una fuerte política comunicacional educativa a los veraneantes y ciudadanos, similar a la que se ejerce en el sur de nuestro País, donde la presión del Estado en la preservación de los lagos y ríos es muy notable.
Creemos que la solución al problema de la contaminación en las playas debe ser integral, en donde la sociedad marplatense asuma, desde un estatuto cultural muy meditado, la preservación del recurso de las playas. Es evidente que este cambio debe comenzar por los sectores dirigentes, que tendrían que valorar los trabajos científicos que se orientan a revertir una situación compleja en lugar de negarlos sin fundamento. El intendente debe escuchar todas las voces de la ciudad porque las políticas públicas no tienen porque ser arbitrarias e improvisadas. También es posible introducir la planificación, especialmente en temas como los que involucran la protección del medio ambiente en una ciudad que necesita de su preservación.

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